Los demás días: Carlos Agulló y Pablo Iglesias

Carlos Agulló y el doctor Pablo Iglesias en el coloquio de "Los demás días". / Foto: Luis Gracia.

En el Día Mundial contra el Cáncer tuvimos ocasión de emocionarnos con una película documental sobre los cuidados paliativos. Tras la proyección, contamos nada menos que con el doctor Pablo Iglesias – protagonista de la película – y su director, Carlos Agulló.

El documental, que en ningún momento peca de sentimentalismos, lleva por título “Los demás días”. A través del seguimiento de la Unidad de Cuidados Paliativos comandada por el doctor Pablo Iglesias, la película nos lleva hacia unos momentos difíciles, vividos por personas enfermas y sus familiares. Con una narración muy lúcida en torno a lo que es la vida y la muerte, sin voces en off que pudieran rebajar la intimidad de lo que se cuenta, se hace hincapié en la importancia de vivir los últimos días en las mejores condiciones posibles. El relato de Carlos Agulló resulta asfixiante por momentos aunque nunca llega al exceso, gracias en parte a las dosis de humor perfectamente integradas en la historia y al carisma del doctor Iglesias, que sabe trasmitir dignidad y emoción a partes iguales no solo a sus pacientes, también a todos los espectadores.

El coloquio posterior a la proyección resolvió dudas y respondió a la necesidad de saber más. Se abordaron diferentes cuestiones, relacionadas tanto con planteamientos estrictamente cinematográficos como éticos. Agulló nos explicó el porqué de integrar la muerte en nuestras vidas como parte de nuestra identidad y nos contó algunas de las decisiones creativas tomadas a la hora de rodar procesos de duelo e intrahistorias familiares. El doctor Iglesias, sin embargo, centró el discurso en torno al debate médico, a reflexiones personales fruto de la experiencia y al trato que la medicina debe dar a los pacientes en el final de sus vidas.

Muchos fuimos los socios que nos quedamos a este atractivo coloquio donde hubo debate, aplausos espontáneos y verdadera emoción en algunas intervenciones. En definitiva, una charla animada en la que la sensibilidad generada por el tándem Agulló-Iglesias fue tan atrayente como su película.