Pedro G. Bermúdez: “La naranja prohibida”
El pasado catorce de marzo el Cine Club Casablanca vivió un evento cinematográfico: el estreno del documental “La naranja prohibida” del realizador Pedro González Bermúdez.
El largometraje, producido por la cadena de televisión TCM, nos lleva por los acontecimientos que rodearon en su momento la polémica proyección de “La naranja mecánica” en Valladolid, bajo la estricta censura del régimen de Franco y cuatro años después de su estreno mundial. La transgresora película de Kubrick pudo ser finalmente proyectada en el Festival de Cine de Valladolid a pesar de ser esta una de las ciudades más conservadoras de la época.
Pedro González Bermúdez, director, guionista, productor y ganador de un premio Goya, nos explicó en una breve introducción antes de la proyección el porqué de esta elección para realizar este documental. Este trabajo fue sugerido por TCM que quería embarcarse en una película que conmemorara los cincuenta años del estreno en España de “La naranja prohibida” de Stanley Kubrick. Fue entonces cuando González Bermúdez se lanzó junto a su equipo a un extenuante trabajo de investigación no solo documental sino de búsqueda de testimonios orales de espectadores de aquel histórico pase.
Algunos de los espectadores del cineclub se dieron a conocer en el coloquio posterior como testigos directos de la XX edición del Festival de Cine de Valladolid que recordaban el acontecimiento narrado en el documental. Se habló del debilitamiento del franquismo o si el cine puede convertirse en un símbolo de resistencia cultural para los jóvenes, pero lo que más se planteó por los asistentes fue si una película como si la controvertida “La naranja mecánica” podía ser un elemento de transformación social.
El documental visto en el cineclub no solo está trufado de interesantes aportaciones de testimonios, también cuenta con la participación especial de Malcolm McDowell, el actor de la película original. En palabras de González Bermúdez, fue un verdadero placer trabajar con él porque compartían la misma idea transformadora acerca del medio cinematográfico, el cine como valor de reflexión y debate.
El coloquio mantuvo en todo momento el interés y concluyó con una reflexión sobre el papel del cine como agente de cambio y la importancia de este como una parte más de la resistencia cultural en tiempos de represión. Con “La naranja prohibida” el director ha logrado capturar con éxito la esencia de un momento histórico crucial y transmitir el legado de una película que trasciende generaciones. Porque el documental de González Bermúdez nos recuerda, entre otras cosas, que el arte puede abrir caminos hacia la libertad.