Crónicas

Celebramos junto al profesor Antonio Sigüenza el aniversario del estreno de ‘Senderos de gloria’

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Foto: Luis Gracia

El 27 de noviembre de 2017, nuestro cineclub recibió al profesor Antonio Sigüenza, especialista en Teoría y Estética de la Cinematografía de la Universidad de Valladolid, en una sesión dedicada al 60.º aniversario del clásico antibelicista Senderos de gloria (1957), obra cumbre del siempre controvertido director Stanley Kubrick.

La Presentación

Sigüenza, habitual en los Cursos de Verano de la Cátedra de Cine de la UVa, inició su intervención desgranando los aspectos técnicos y narrativos que convierten el filme en una obra maestra atemporal. Destacó la composición visual de Kubrick —con sus emblemáticos travellings por las trincheras— y la economía expresiva del guion, basado en la novela homónima de Humphrey Cobb. Pero fue más allá: vinculó la película con la actualidad, planteando cómo su mensaje antibelicista sigue vigente en un mundo aún marcado por conflictos.

Impacto de Senderos de gloria en Antonio Sigüenza

El profesor confesó que descubrió la cinta en su juventud, durante sus estudios de cinematografía, y que cada revisión le ha deparado nuevas lecturas. «Lo que en los 80 interpreté como una denuncia de la jerarquía militar, hoy lo veo también como una reflexión sobre la manipulación ideológica», explicó. Subrayó cómo la escena del juicio —con su tensión claustrofóbica— adquiere hoy matices distintos en la era de las fake news.

Estilo y ética de Stanley Kubrick

Sigüenza analizó el rigor obsesivo de Kubrick: desde el uso de lentes gran angular para distorsionar los espacios de poder hasta el minimalismo sonoro (el silencio previo al fusilamiento). Resaltó, además, la valentía del director al retratar la cobardía institucional en plena Guerra Fría, lo que le costó la censura en varios países. «Kubrick no hacía cine: construía espejos donde la sociedad no quería mirarse», afirmó.

Reflexiones sobre la vigencia del filme

Uno de los momentos más reveladores fue su comparativa entre el contexto de 1957 (la sombra de Corea y McCarthy) y la era digital. «Hoy, las tropas son drones y los generales se esconden tras pantallas, pero la deshumanización es la misma», sentenció. Invitó al público a cuestionar quiénes son los verdaderos enemigos en las guerras del siglo XXI.

La conexión entre cine clásico y pedagogía

Como docente, Sigüenza defendió el valor del cine como herramienta educativa: «Senderos de gloria debería proyectarse en las escuelas junto a los libros de historia». Recordó su labor al frente de Letras de Cine —revista clave de los 90— y cómo publicaciones como aquella ayudaron a formar espectadores críticos.

El legado de Kubrick

Para cerrar, el profesor describió la película como una «bomba de relojería moral» cuyo mensaje sigue explotando generación tras generación. «Kubrick nos dejó una pregunta incómoda: ¿hasta dónde obedeceríamos órdenes inhumanas?».

Un lujo para el Cine Club Casablanca

Con su habitual oratoria y su capacidad para revelar detalles ocultos (como las tomas descartadas del final original), Sigüenza reafirmó por qué es uno de nuestros invitados más estimados. Ya lo demostró en sesiones inolvidables como Centauros del desierto (Ford) o El silencio de un hombre (Melville). Un privilegio contar no solo con su presencia sino también con su amplio saber sobre el cine clásico.